Lavado

Es importante lavar correctamente tu producto después de cada uso. Aquí te compartimos unos sencillos pasos para hacerlo bien y evitar la formación de óxido:

  1. Lava tu producto con un jabón suave y no abrasivo (evita desengrasantes). Puedes usar una fibra de acero para tallar la pieza.
  2. Sécalo muy bien. Si queda húmedo, es probable que aparezca óxido en la superficie.
  3. Con una brocha de cocina o un trozo de servitoalla, aplica una capa ligera de aceite que cubra toda la pieza.


Nota:
Repite estos pasos después de cada uso para mantener tu producto en perfectas condiciones.